Hace un tiempo me atreví, junto a mi hermana, a montar un restaurante. Ese fue nuestro primer emprendimiento/negocio/empresa donde ambos invertimos y aprendimos un montón… De hecho, no duró mucho y terminamos quebrándolo.
Cosas que novatos, ¿no?
En este punto de la vida, pensamos que no estábamos haciéndolo bien. La decepción de haber fracasado nos pegó muy fuerte, pero no nos detuvimos ahí… Si no, ¿cómo estarías leyendo esto?
Gracias a eso, entendí que el fracaso debe ser visto como una nueva oportunidad de comenzar. Adquieres conocimientos de la mano de la vida con la única desventaja de que dolerá tanto y será tan inesperado solo para hacerte ver la realidad.
Mi objetivo de hoy es ayudarte a comprender el fracaso como un elemento más al que no hay que temer. Solo queda de ti convertirlo en un punto débil o de mejora. Por eso, he escrito 3 consejos que pueden ayudarte a mejorar tu relación con el fracaso.
¿Te animas?
El miedo de iniciar un negocio desde cero
Luego de haber quebrado un restaurante debido a nuestra inexperiencia, un sentimiento similar al miedo floreció a través de este pensamiento:
¿Y si este también fracasa? ¿No seré bueno en los negocios? ¿Seré muy malo o no funciona para mí?
Lo cierto es que la mente te bombardea con mil y un de ideas ilógicas y estúpidas que puedas creer e incluso te hagan sentir menos. En este momento, solo te diría esta frase:
¡ALTO!
Detente un momento.
Que un negocio anterior haya fracasado, no quiere decir que se vaya a repetir con este.
Además, ponte a pensar un momento en aquellos empresarios de elite, multimillonarios y famosos por sus habilidades empresariales. Aunque no lo creas, la gran mayoría de ellos tiene un background lleno de al menos 1 negocio fallido, llevado a la bancarrota o mal gestionado.
Es más, algunos otros pueden ser más interesantes que se miden por la cantidad de negocios llevados a la bancarrota. Ilógico, ¿cierto? Sin embargo, este pasado un poco retorcido y oscuro, les ha permitido llegar a donde están actualmente.
Entonces, si eres de los casos que tuvo éxito al primer intento está perfecto, pero si eres de los que ha fallado en alguno de esos intentos, eres como uno de nosotros que necesita aprender desde otra perspectiva.
Basándome en esto, quiero compartiré 3 consejos que me han funcionado cada vez que voy a iniciar un nuevo negocio.
Consejo 1: Cambia el MindSet o Mentalidad ante el fracaso
Sé que es muy cliché porque todo el mundo dice “No es fracaso, es experiencia”. Es que, esa frase puede sonar muy bien y acorde a una utopía, pero en la realidad no tiene nada de lindo o atractivo, mucho menos consolador.
Sin embargo, esa es la realidad. Un fracaso no es –realmente– un fracaso. Es como si hubiese tenido que pagar una cuota para poder aprender algo que de otra forma no lo hubieses podido aprender.
Entonces, lo ideal es que seas consciente que no fracasaste, sino que descubriste una forma en que no se hace. Visualízalo como es de verdad: un aprendizaje.
En realidad, con el tiempo te darás cuenta de que la mentalidad puede influir directamente en el desarrollo y crecimiento de un negocio. Al punto en que, si el emprendedor no se siente suficiente o capaz para realizar sus tareas, entonces el éxito dependerá de ello.
Como consejo práctico, te sugiero que investigues un poco sobre la historia y evolución en los negocios de las personas que admiras. Busca sus obstáculos y batallas o cuántas veces han fracasado, y sé de antemano que al menos tendrán un caso han querido compartir con el mundo.
Consejo 2: Aprende de los errores
Una de las primeras cosas (y más relevantes) que hice cuando monté el siguiente negocio fue: enlistar todos los actos, acciones y cosas que salieron mal en el anterior. Entonces, cuando empecé a escribir, la lista se vería algo así:
- Nunca invertimos en publicidad.
- La renta del local era costosa.
- No creamos una estrategia para captar personas.
- Faltó implementar el liderazgo.
- …
Cuando enlistes todas las cosas que fueron pilares sin atención o que consideres como “fallos”, podrás darte cuenta de que tú a partir de ahora vas a mejorar, ¿vale?
Vamos con un ejemplo. Digamos que en el negocio anterior la renta era muy costosa, entonces ya sabes que en la actualidad no vas a buscar un lugar con una mensualidad similar, sino menor que te permita aprovechar al 100% el presupuesto.
Consejo 3: Invierte en mentores
Ten en cuenta que los mentores son personas que ya han pasado por ese camino que estás recorriendo actualmente. Su experiencia es tan valiosa que te ahorrará tiempo, dinero y esfuerzo en caerte o intentando salir delante tú solo.
Creo que puedes visualizarlo mejor así: Puedes intentarlo por tu cuenta y tardar 3 años o apostar por un mentor y tardarte solo 1 año.
De hecho, el mentor será el encargado de decirte o guiarte por el camino correcto e incluso te dirá por qué la otra opción no es la indicada. Ese es su trabajo: guiar.
Ahora bien, escoger un mentor es un poco complicado cuando empiezas a ver. Por eso, debes encontrar uno que te guste, que admires, que sientas clic; porque solo así, respetándolo y admirándolo, podrás seguir todo lo que esta persona te dirá.
Por último, si sientes que estás fracasando o que no estás haciendo nada con tu vida, en realidad vas avanzando. Ten presente:
No se trata de enfocarse en el resultado, sino en el proceso. En el paso a paso que te está ayudando a llegar a tu meta.
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¡Nos vemos la siguiente semana!
