Controlar los gastos cuando estamos iniciando puede ser una tarea un poco complicada. Incluso una tarea que preferimos evitar porque “no se nos da bien” o “eso no es para uno”. Y esto es más común de lo que se cree…
Yo también pasé por eso. Al principio me costaba muchísimo, porque tenemos una loca idea en la mente que no nos damos sueldo, que el dinero que llena no se ahorra, entre otras cosas más. Claro, me costaba llegar a fin de mes y verle rentabilidad a mi trabajo.
De hecho, tuve que pasar momentos de crisis en mi emprendimiento para tomar acción sobre mis finanzas. Ya era hora de ordenarlas.
Por eso, quiero compartir contigo algunos tips para que gestiones mucho mejor los gastos en tu emprendimiento que me han funcionado durante todo este tiempo.
¿Te animas?
La mentalidad del autoempleado
Hay una porción de emprendedores que creen que tienen un negocio cuando realmente están siendo autoempleados. Si se visualiza como un concepto simple, podría ser:
Una persona que dejó su empleo y que ahora le va peor financieramente porque no ha logrado controlar sus gastos o no ha implementado la planificación en su estructura de negocio o emprendimiento.
¿Te suena?
Es posible que sí. Esto lleva a generar poca (o cero) rentabilidad e incentiva a que te quemes durante cualquier trabajo que estés realizando.
Por lo tanto, lo primero que te invito que cambies esta mentalidad por una mentalidad emprendedora ganadora.
Primer consejo: Invierte en publicidad
Aumentar tu capacidad de acción en otros canales digitales puede marcar la diferencia si, de todos los ingresos que obtengas, destinas un 10% de ellos a publicidad.
De esta manera, si tú cobras por un servicio o producto, cuando te paguen podrás tomar una porción de ese monto a un fondo donde podrás ahorrar para pagar la publicidad en redes sociales o la que mejor te convenga.
No importa que tan caro o barato sea tu producto/servicio. Sea lo que sea, destina el 10% a publicidad como una campaña en Facebook, Redes Sociales, tráfico, conversión o para conseguir nuevos clientes.
Segundo consejo: Reinvierte en tu negocio
Destinar los ingresos de tu emprendimiento en pequeñas inversiones es una estrategia que las grandes empresas (y poderosas) han repetido durante mucho tiempo y las han llevado a ser reconocidas. Ese es el poder de la reinversión.
Aunque al principio suene un poco complejo es más sencillo de lo que crees. Las reinversiones puede ser la adquisición de equipo nuevo, software que necesites para organizar tu emprendimiento, membresías o en mejorar los productos/servicios que ya tienes en el mercado.
Si eres de los que tiene producto físico, entonces el packaging (empacado) es una excelente alternativa para reinvertir. La presencia de tu producto vale y es lo que lo hará ganador en el mercado, así como su calidad.
En caso de tener servicios puedes reinvertir en mentorías, cursos o formaciones que te ayuden a escalar. Esto será valorado por tus clientes y aportará un efecto diferenciador renovado a tus servicios e incluso los harán más atractivos.
Tercer consejo: Sube los precios
Dentro de este rango existe un gran tabú que los emprendedores se comen al principio sin falta: A ver, dice así: “si mis precios son más económicos es mejor porque le pegaré de frente a la competencia”.
La realidad no es así. Si entras en una guerra de precios con tu competencia no vas a salir victorioso y la empresa estará destinada a morir. Esto se debe a lo siguiente:
Si has estipulado un producto/servicio en menor precio que tu competidor, es muy probable que sientas la obligación de bajar tu precio cuando él lo haga.
Además, es imposible ofrecer servicios o productos económicos cuando se está dando valor o calidad, pues la calidad tiene un precio. Y si te posicionas como una marca barata o económica la capacidad para fidelizar a tus clientes se verá afectada.
No puedes fidelizar a tus clientes porque ellos no están buscando calidad. Ellos están buscando precios bajos.
Ahora, si te posicionas como una marca que vende productos/servicios medio-alto podrás encontrar clientes que van a fidelizarse contigo porque buscan calidad.
La mentalidad como motivador para subir precios
Aunque no lo creas, subir los precios es más un tema de mentalidad que otra cosa. En mi caso, cuando inicié, daba las asesorías a un precio demasiado económico y llegaba a quemarme como no tienes idea. Después comprendí esto:
Subir los precios me permite llegar a otros clientes que buscan calidad antes que precio. Además, me permite escalar y darle lo mejor para mantenerlos enganchados.
El cambio de mentalidad te permitirá tener claro que, si un producto/servicio debe ajustarse o tiene problemas, hay que solventarlo con rapidez. Esto te permitirá “justificar” el aumento del precio y aumenta la calidad en consecuencia.
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¡Nos vemos la siguiente semana!