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La base de todo emprendimiento se basa en la creación de los objetivos. ¡Y el que diga lo contrario, miente! Es más, muchos creen que hacer objetivo es tarea sencilla, pero la realidad es que hay muchas personas, emprendedores incluidos, que los trazan más no los cumple.

Es similar a estos propósitos de fin de año que, cuando llega febrero, ya se te ha olvidado qué era lo que tenías que hacer a partir de enero. Nunca lo hiciste, entonces esperas hasta el diciembre para volver a plantearlo.

¿Ya ves? ¡Esto no puede pasar contigo ni con tu empresa! Aquí te enseñaré a cómo crear objetivos que puedas cumplir y medirlos para saber si te funcionan o no.

¿Listo?

Toma papel y lápiz para no olvidar estas claves.

Conoce la anatomía de un objetivo

¿Sabes que me sucedía antes? Creaba objetivos, los guardaba en un cajón y ya más nunca sabía de ellos. Cuando los volvía a ver era como: ¡Ah, sí! Yo sabía que tenía que hacer algo. Sin embargo, ahí se quedaba, a la espera de ser tachados o cumplidos.

Te quiero compartir la anatomía de los objetivos, antes de que empieces a crearlos sin más. Esto lo he desarrollado gracias a la metodología SMART, pero también gracias a lo que he aprendido a lo largo del tiempo, mi experiencia como empresario y a mis resultados cumpliendo objetivos.

La anatomía de un objetivo, así como lo ves en la imagen, se divide en 4 partes:

Activador

Un objetivo debe incluir un elemento que despierte dentro de ti el deseo de querer hacerlo. Usualmente se basa en tomar un verbo que conecte con tu pasión. Ahora, vamos a verlo con un caso real.

¿Te ha pasado que, al ver tu ‘TO DO LIST’, te da fastidio cumplir las tareas? ¿Sí? Bueno, esto pasa porque desde pequeños nos han acostumbrado a que las tareas eran fastidiosas.

Entonces, eso quedo en  nuestra psique, y cuando tenemos que hacer esto para nuestra empresa, tan solo por incluir el verbo TENER, nos bloqueamos, ni queremos hacerlo. Por eso, cambia ese  TENGO QUE por algo más poderoso: QUIERO QUE. Este nuevo activador te dará poder.

Va a ser distinto si le das una orden a tu cerebro con un ‘TENGO QUE HACER…’ A un ‘QUIERO HACER TAL COSA’.

El poder del QUIERO es enorme. Nada más con hacer este cambio, internalizarlo y creerlo, verás cambios brutales a partir de ahora.

Específico

Piensa, ¿de qué va mi objetivo? Debe ser medible, tienes que saber que se va a cumplir o no se va a cumplir. Trata de ser lo más detallado posible. SI nos guiamos por el ejemplo de arriba sería:

QUIERO AUMENTAR MI FACTURACIÓN UN 25%

Automáticamente ese porcentaje nos permitirá medir, sin problemas, cuánto se debe hacer para lograr  mi deseo que, según el ejemplo, es aumentar mi facturación/ventas.

¿Cuándo no se cumple? Si tú, por ejemplo, dices »QUIERO VENDER MÁS» es una frase ambigua. No sabes cuántas ventas quieres hacer, si son 3, 4 o 5. Así que, no lo puedes medir y lo que no puedas medir no lo puedes mejorar.

¿Ves como ya se va formando un objetivo ganador? Sigamos.

Tiempo

Hazte esta pregunta: ¿en cuánto tiempo quiero hacer esto? Esto es muy importante, porque te permitirá saber durante cuánto deberás trabajar para lograrlo.

Ahora bien, si seguimos con el ejemplo y me dices: »QUIERO AUMENTAR MI FACTURACIÓN UN 25%». Va bien, tiene el factor específico y tiene el activador, pero no sabes en cuánto tiempo lo vas a hacer. Entonces, ¿cuándo tienes que hacerlo? ¿Mañana, el año que viene, dentro de 6 meses, pasado mañana, para ayer?

Por eso, tienes que agregarle una fecha, algún indicado de tiempo, porque:

1. Le da a tu cerebro una causa, factor o límite para hacerlo.
2. Cuando pase ese tiempo específico, entonces vas a saber si lo cumpliste o no.

Propósito

Por último, el propósito del objetivo es muy importante. Yo creo mucho en este emprendimiento humanista en el que, si vas a hacer algo, es porque lo quieres hacer porque vas a transformar algo en ti o en otras personas.

Bajo esta visión, el objetivo del propósito es mantenerte motivado a cumplir este objetivo. Un propósito que te va a mantener activo, que funcione como un recordatorio o justificación a tus hechos.

Si no tienes un propósito no te vas a sentir motivado nunca porque no sabes para qué lo vas a hacer. No conoces el fin o beneficio resultante de todo ese esfuerzo que realizas cada día. Veámoslo a continuación:

QUIERO AUMENTAR MI FACTURACIÓN UN 25% EN TRES MESES PARA CONTRATAR MÁS COLABORADORES

La clave del propósito es que debe ser tuyo propio. Olvídate aquí de aquello lo que es »socialmente aceptable». No. Dile adiós a los tabúes y plasma tus propósitos reales sin temor a nada. Sin problema.

Analiza tus objetivos con cabeza fría

Luego de que armaste tu objetivo con todos estos ingredientes que te he dado anteriormente, pregúntate:

1. ¿Es real? Aquí debes evaluar si tienes todos los recursos para hacerlo realidad, si de verdad podrás lograrlo en ese tiempo que estimaste.
2. ¿Es alcanzable? Muchos se plantean objetivos como: Quiero ganar 1 millón de dólares a final de año, pero nunca han cobrado ni siquiera 1.000 dólares. Entonces, debes tener la capacidad para lograrlo. Con esto no quiero decir que es imposible que cobres el millón; por lo contrario, pero todo dependerá de la realidad en que te encuentres.

También puedes disfrutar de la versión video de esta entrada para que tomes nota delas claves para empezar a crear objetivos ganadores para tu empresa. Aquí te lo dejo:

No olvides compartir este post si te ha servido de ayuda y si tienes dudas puedes dejármelas en la sección de comentarios donde te las responderé con gusto.

¡Nos vemos la siguiente semana!