Existe un punto muy importante que debe considerar cualquier emprendedor porque, más allá de los altos y bajos, debe aprender a creérsela. Así de sencillo.
Afuera hay muchos emprendedores con ideas maravillosas que saben hacia dónde quieren llegar, cómo lo van a hacer y tienen todo medido; pero, de vez en cuando, empieza este gusanito en la mente a susurrar frases como: “Ni tan bueno eres” o “No, no creo que llegues”.
Ahí es cuando empieza el proceso de autosaboteo y empieza a menospreciar todo el resultado que has obtenido. La consecuencia de esto es que vas perdiendo motivación y llega el punto donde te apagas, ¿sabes?
Al final de cuentas, si no crees que eres capaz de hacer lo que estás haciendo, que eres el mejor en lo que estás haciendo… Nadie vendrá a decir por ti: “Hola, ¿qué tal? Eres el mejor”. No, no va a ocurrir porque las personas están muy preocupadas con sus propias vidas.
Entonces, ¿cómo haces para creértela? ¿Cómo hacer para valorar lo que estás haciendo? Más allá de alegar que todo fue suerte o casualidad y apreciar tu esfuerzo, trabajo y dedicación. Aquí te dejo 3 puntos que te ayudarán a lograrlo.
Evalúa tu círculo social: familia, amigos y pareja
Observa y analiza con quién te rodeas porque, al final, “somos el promedio de las 5 personas que nos rodeamos”. Esto es totalmente cierto y es solo un dicho popular.
Entonces, imagínate que tú te rodeas de personas que te critican, no te dan opiniones asertivas, bajan tu autoestima y actúan desde una visión negativa que busca pinchar tu sueño. Son estas personas alfileres que tú les cuentas algo y ya te pinchó el sueño con alguna excusa vaga como “Ay, eso es difícil.”; “¿Con qué dinero lo vas a hacer?” o la peor: “Ah no, sí. ¡Tú siempre soñando!”
Cuando empiezas a evaluar estas personas, que muchas veces se encuentran dentro de la propia familia, te das cuenta de que no es lo que quieres para tu vida. ¡Ojo! Con esto no quiero decir que les dejes de hablar a este tipo de personas ni convertirlos en tus enemigos, pero sí que seas más cuidadoso con lo que cuentas y con quién te abres.
Porque, aunque suene duro, no todas las personas valoran lo que estás haciendo. De hecho, hace poco sucedió en que estuve presente que va relacionado al tema.
Hace poco le hicimos una sesión de fotos a una chica que era muy penosa en cámara, pero a la hora de las fotografías salió muy bien. Tenía una sonrisa radiante, una postura muy buena y se reflejaba muy bien; sin embargo, su novio, al ver las fotos, solo le dio “No, no me gusta. Te ves falsa, así no eres tú”.
Entonces, ¡nada más, imagínate como fue para esa persona! Si ya tiene el tema de que le da miedo salir frente a cámara, que le da pena, y que tenga a su propia pareja que le está diciendo: “Te ves muy falsa”, “No te ves bien” y “No me gustó”.
A veces no nos damos cuenta de todo lo que podemos llegar a mermar los sueños de los demás.
Entonces, si tanto eres una persona que NO se la está creyendo o si eres una persona que hace este tipo de comentarios, solo resérvatelos, por favor. No es necesario que vayas por la vida pinchando los sueños de los demás.
Evalúa tu lenguaje interno: cómo te hablas a ti mismo
Evalúa qué te dices. Evalúa cómo te hablas a ti mismo. Porque tú eres el activo más importante, ciertamente.
Una vez una psicóloga preguntaba: ¿Cuál es la persona con quien más hablas al día? Entonces, las personas empezaban a responder que sí mi mamá, mi papá, mi hermano, mi novio y un gran etcétera. Pero, ¡no!
Porque la persona con quien más hablar al día eres tú mismo. Porque siempre te estás mandando mensajes mentales.
No tienes idea de la cantidad de mensajes poderosos que nos estamos diciendo en nuestra mente, ni la cantidad de pensamientos que tenemos en ella. No podemos controlar todos los pensamientos, eso es cierto; pero sí te puedes cachar cuando tengas un pensamiento negativo.
¿Cómo sería un pensamiento negativo? “Esto me da miedo. No lo voy a hacer. Está muy difícil. Soy un tonto. Soy muy distraído.”
Cuando te caches a ti mismo haciendo esto, tú mismo tienes que actuar en positivo contrarrestando el pensamiento negativo al afirmar que SÍ puedes, que lograrás hacerlo y que trabajarás en pro de lograrlo.
También lo puedes resolver mediante la comprensión diciendo: “Sí, entiendo que me dé miedo, pero así lo voy a hacer porque esto va a significar un gran aprendizaje para mí”.
Cuando te hables a ti mismo, sé muy bondadoso contigo y hazlo siempre con amor. Este punto es muy importante porque solo así es que vas a empezar a ver cambios en el exterior, porque estás sanando desde el interior.
Evita contarle todos tus proyectos y sueños al mundo
Deja de estar diciendo y anunciado TODO lo que vas a hacer. Te voy a explicar por qué
, más que ser una razón basada en la superstición, existe su aval científico que ha demostrado que al tener un problema o un proyecto y se lo cuentas a todo el mundo se crea una sensación de satisfacción en tu cerebro.
Esta sensación logra que pierdas la emoción por terminar de hacer el proyecto del que tanto hablaste con todos.
Entonces, si eres una de esas personas que se la pasa contando todo al mundo entero, lo mejor es que empieces a evaluar qué de esas cosas que cuentas que vas a hacer, realmente haces. A las personas que le vas a contar es porque realmente van a ayudarte, ¿vale?
Siempre lo digo y, de hecho, en mi libro Emprende desde Cero lo digo así:
¿Le vas a contar a tu tía que no tiene ni idea de emprendimiento? No creo.
¿Le vas a contar a tu amigo que es un financiero experto sobre presupuesto? Sí es una buena idea.
Debes dejar que tu trabajo hable por ti y que tus acciones comuniquen realmente lo que estás haciendo. Y te vas a dar cuenta de que va a haber muchas personas que va a empezar a llegar a ti a preguntarte: Oye, ¿cómo lo hiciste?
Ahí es donde te darás cuenta de que todo está surtiendo efecto.
Recuerda que puedes visualizar esta entrada en su formato vídeo. Aquí lo dejo para que lo cheques.
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¡Nos vemos la siguiente semana!